SALTO DE LA BALLENA

SALTO DE LA BALLENA

HOLA , QUE TAL.

Les doy la bienvenida a mi pagina, lugar que aprovecho para publicar mis cuentos y pensamientos, soy apenas un aficionado, no me las quiero dar de escritor ya que son palabras mayores y me falta mucho para considerarme como tal.

Mi intencion es tratar de dar algo de entretencion y a mis lectores, solicitarles que aprovechen el espacio de "comentarios" para que me dejen sus impresiones, sean buenas o malas, para asi mejorar lo que escribo.

Les agradesco su visita.

HOLA, BIENVENIDOS.

HOLA, BIENVENIDOS.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Si asi fuera.


Si mañana me perdiera en un inmenso mar...

y la noche me cubriera con su manto estelar...

a dónde volaría mi última oración..

el último latido que hay en mi corazón.... (moenia)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

MI HORA FAVORITA DEL DIA


MI HORA FAVORITA DEL DIA.



por: Gurka el Delfín.





Siempre he creído que todos tenemos un momento favorito en el dia, ese momento que nos hace sentir algo especial, que es solo nuestro, que nos conecta con ese ser en nuestro interior, ese ser que aun cree en los sueños,
que aun cree en la magia, que aun cree que el mundo es un buen lugar, lleno de aventuras y cosas por descubrir, ese ser que nunca crece, que conserva la inocencia de un niño, el que nos permite sobrellevar la carga y la rutina de cada día.

Son las seis de la mañana, en el lugar en que vivo, salgo de mi cabaña, y tomo una profunda bocanada del fresco aire del alba, es el momento
de la transición, el momento en que la oscuridad recoge su negro manto y comienza a ocultarse en cuanta grieta y agujero encuentre, para volver a su mundo de la oscuridad absoluta.

Es también, la hora de un silencio total, el mar esta echado, no se escucha ola alguna, las aves aun están dormidas y su canto también, el viento aun no despierta y todo esta en una semipenumbra, donde aun puedes ver extrañas figuras retirándose a sus lejanas madrigueras.

Caliento el agua, y busco en el nido de mis gallinas, los tres huevos que pusieron la tarde del día de ayer, será mi desayuno, mas un rico y caliente café. Despiertan mis mascotas y salen a estirarse fuera de la cabaña,
les doy su alimento, y ahí, en el pórtico, desayunamos los cuatro, esperando que aparezca el sol.

Son las ocho de la mañana, la oscuridad ya se ha retirado y la luz comienza a dominar el paisaje costero del hermoso lugar donde vivo, aun
los colores son el gris del alba, aunque más intenso, el Sol aun no se asoma, los altos cerros costeros que dominan el sector, impiden que el buen Sol, pueda aparecer mas temprano.
Preparo mis cosas para comenzar mi faena de trabajo, me dedico a la recolección de algas, el mar esta muy calmo, así que no será un día muy productivo, mientras estoy en eso, observo los primeros e intensos rayos del Sol asomarse tras la montaña, se disparan hacia el cielo que se va poniendo de un intenso color azul, y observo como los colores grises dominantes, van cediendo el paso a los colores fuertes e intensos del lugar.

Son las nueve de la mañana, y el Sol se asoma detrás de la montaña, mostrando su alegre y poderosa cara , todos despiertan, el mar comienza a estirarse y azota la arena de la playa, se empieza a escuchar el mar, y poco a poco, el canto de las aves se hace mas fuerte , saludándose entre ellas y comunicándose donde irán hoy a realizar su cacería , se despiden de sus polluelos y se dirigen en bandadas mar adentro, el viento a despertado y trae esa refrescante brisa marina, con ese intenso olor a mar y algas .

Conduzco mi viejo vehículo por la orilla de la playa y me detengo donde comenzare mi trabajo de recolección, la playa es muy larga, diez kilómetros de suaves y blancas arenas que terminan en un farellón rocoso. Todo ese tramo caminare recogiendo y llevando de la orilla hasta donde esta la seca arena, para luego recojerlas y subirlas al carro de arrastre de mi vehículo .

Son las diez de la mañana, ya he caminado un buen tramo y recogido lo que el mar a varado, observo como la luz del Sol ya domina todo el paisaje, el mar esta de un azul intenso al igual que el cielo, los blancos islotes cubiertos de guano de aves, resaltan en el mar como motas de algodón, de un blanco brillante, la brisa marina es muy refrescante y se siente una sensación de libertad y alegría de estar ahí , de disfrutar de esas simples y maravillosas escenas.

Llego al final de la playa, estoy a los pies del farellón rocoso, he terminado de recolectar lo que el mar varo en la noche, ahora debo volver
a donde deje el vehículo y comenzar a cargar la cosecha del día.

Son las catorce horas, y comienzo a trotar por la orilla del mar, con el agua hasta los tobillos, vamos en dirección al comienzo de la playa, me siguen en el trote mis mascotas, que nunca se despegan de mi lado,
mis dos perros y mi gato, este ultimo ya esta viejo, así que lo cargo en mi hombro y ahí va el muy cómodo dando instrucciones y apurándonos ya que es la hora del almuerzo.
Es la hora de los grises, de lo sin color, el Sol esta en el centro, no hay sombras ni realces, todo esta plano, el mar se ha echado otra vez, la brisa ya no sopla y ha vuelto el silencio, además, el calor es más intenso , así que al llegar al vehículo, bajo el quitasol y la cajita de la merienda, me tiro al mar para refrescarme y también lo hacen mis perros, el gato, solo observa bajo el quitasol, un tanto malgenio ya que el solo quiere almorzar.

Una ves frescos y limpios, abro la caja de la merienda, le sirvo primero a ellos para que no reclamen , luego me sirvo yo, solo es un
almuerzo frugal,un par de huevos duros, unos tomates, un tarro de atún pan y un rico café, además de una cerveza heladita en el mar., luego, reposamos un rato y dormimos bajo el quitasol, al cabo de una hora, recogemos todo, subimos al carro y comenzamos con la faena de cargar todo lo recolectado, que nos espera en la parte seca de la arena.

Son las dieciséis horas, y el color ha vuelto, también la brisa que refresca la dura labor de subir las algas al carro, el mar ya esta mas activo y se empiezan a divisar las primeras aves que vuelven de su larga jornada de cacería mar adentro.

Termino de cargar la cosecha y vuelvo en mi carro a mi cabaña, donde procedo a descargar todo lo recolectado y la extiendo para que se sequen al Sol.

Son las dieciocho horas, el Sol ya esta cerca del horizonte, es la hora de los colores dorados, los altos cerros resaltan en el intenso azul del cielo, de la base hasta casi la mitad de ellos, la dorada arena los cubre, en una milenario intento de llegar hasta las cumbres, mas el morado color de las filosas y empinadas piedras de sus crestas se lo impiden, produciendo esa hermosa mezcla de colores tan típicas de estas zonas.

El mar, también presenta un color azul dorado, y los blancos islotes cubiertos de guano, ahora parecen rojas brazas sobre el mar, el cielo se cubre de las aves que vuelven a tierra, donde alimentaran a sus polluelos y dormirán , recuperando fuerzas de la intensa jornada para mañana continuar.

He terminado de extender las algas, en mi interior siento la agradable sensación de que un momento mas, llegara la hora más agradable del dia para mí.
Bajo a la playa, me tiro al mar, la intensa jornada te ha dejado cubierto de polvo y algas, me refresco y baño, salgo me seco y pongo ropa limpia, caliento agua, me preparo un emparedado y un rico café caliente, me siento en mi silla favorita en el pórtico de mi cabaña , mis dos perros se echan a mi lado, pegan un suspiro y miran fijamente al Sol poniéndose en el horizonte, mi gato salta a mi regazo, me ronronea , le acaricio su panza y luego salta hacia su lugar favorito y se duerme, yo estoy ahí, mirando el Sol ponerse, con una agradable sensación que el día a terminado, ya no hay nada mas que hacer , solo descansar, voy observando, como la luz empieza a ceder paso a la semioscuridad , que va saliendo de las grietas y cuevas. Cierro los ojos y escucho como el mar empieza a despedirse de la playa . Las aves aumentan el sonido de sus chillidos hasta hacerse muy fuerte, es el momento de comentarse las aventuras del día entre la colonia, luego baja la intensidad, ya están en sus nidos, tranquilas , alimentadas y en paz. El viento trajo el frescor del mar, su agradable olor, refresco todo y también se alista a dormir. Abro los ojos, y echo una ultima mirada a la cumbre de los cerros , su parte mas alta , aun refleja un poco de luz en su cumbre dorada, cubiertas algunas partes por intensas nubes blancas , hasta que las cubre el manto de la oscuridad.

Cierro mis ojos, ya casi no hay luz , es el momento del silencio, todos se han ido a dormir, incluso el sonido. Llega el momento de la más absoluta tranquilidad, es tan intensa que incluso la puedes oír, escuchas el verdadero sonido del día , ese sonido que tan solo puedes escuchar ,cuando en tu interior sientes la tranquilidad y satisfacción de un día bien aprovechado y disfrutado, es el momento especial, el momento de mi yo interior, el que disfruta de las cosas más simples que te da la vida , que son gratis, pero a la vez, las mas valiosas.

Esta es la hora mas esperada por mí en el día, es mi hora especial.